El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha alertado de la vulnerabilidad de los migrantes ante el cierre de fronteras en Centroamérica por la pandemia del coronavirus.
Los equipos de Derechos Humanos de la ONU han pedido protección para migrantes, refugiados y desplazados que se han quedado "atrapados" por la crisis de la COVID-19 en condiciones de hacinamiento y sin acceso a salud y otros derechos, según ha informado el organismo en un comunicado.
La oficina que dirige Michelle Bachelet ha señalado que algunas medidas adoptadas por los gobiernos de Centroamérica y México para contener la propagación del virus están afectando "desproporcionadamente" a los migrantes. Además, ha indicado que los cierres de fronteras han provocado que numerosas personas se hayan quedado atrapadas en lugares fronterizos.
"Estas personas permanecen en campamentos improvisados, en situación de calle, en comunidades o centros de acogida, en los que no siempre se han implementado los protocolos sanitarios para protegerlas, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)", advierte el organismo.
Como ejemplo, ha destacado el caso del cierre de la frontera entre Panamá y Costa Rica o entre El Salvador y Honduras, que aseguran que ha provocado que migrantes permanezcan hacinados y con acceso limitado a la alimentación, el agua o el saneamiento.
"Panamá enfrenta un desafío particular por su posición geográfica y por el cierre de frontera con Costa Rica, que ha generado que más de 2.500 personas migrantes irregulares permanezcan en el país", asegura el equipo de Bachelet.
ESTIGMATIZACIÓN POR EL CORONAVIRUS
La ONU ha destacado que las personas que están en movimiento se ven afectadas particularmente por comportamientos que las estigmatizan y discriminan, algo que se ha acrecentado por la propagación del coronavirus.
En concreto, ha recalcado el caso de Honduras, donde un Centro de Atención al Migrante Retornado tuvo que cerrar antes las protestas de los ciudadanos en contra del ingreso de personas migrantes por miedo al contagio de coronavirus.
La oficina de la ONU ha llamado a considerar suspender los retornos forzados a la región durante la pandemia, además de poner en marcha mecanismos para regular a estas personas para así garantizar su acceso a las medidas de protección y a la salud.
"Sin embargo, de continuar con los retornos, estos sólo podrían llevarse a cabo si cumplen con el principio de no devolución y con la prohibición de las expulsiones colectivas, así como con las garantías del debido proceso", apuntan en el comunicado.
Por ello, el organismo ha subrayado la importancia de incluir a las personas migrantes en la respuesta a esta crisis, algo que han calificado como "esencial" para proteger sus derechos y el de todos los ciudadanos.
"Todos los países, tanto los de origen como los de destino, tienen la obligación de respetar, proteger y garantizar los Derechos Humanos de los migrantes. Es fundamental que en las respuestas contra la Covid-19 predomine la solidaridad entre la comunidad internacional y los países fronterizos a lo largo de los corredores migratorios", ha concluido.